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Ni puta idea



No tengo ni puta idea de cómo funciona la vida, así que no me pidas consejos sobre ella. Me limito a improvisar, por eso meto la pata con frecuencia.

Soy un salvaje atemporal. Estoy lejos de la modernidad, pues soy clásico en esencia. Me he actualizado de la mejor manera posible, pero no siempre acabo comprendiendo todo aquello nuevo que nos llega.

Las normas que nos imponen, aquellas que llevan siglos funcionando en sociedad, esas mismas que bailan entre el caos y lo ortodoxo, soy incapaz de comprenderlas, por eso no me atengo a ellas.

"Esto está bien" "Esto está mal", dicen a mi alrededor, y yo guardo silencio, pues no puedo discernir dónde está el límite en el cual difieren las cosas malas de las buenas.

Quizás me perdí por el camino. Quizás de tanto derrapar y rozar los muros del límite, he terminado por corromper hasta mi propia esencia. Quizás nunca fui un tipo del todo decente, sino más bien un vagabundo que ha ido llenando su mochila del conocimiento, a medida que iba robando ideas.

Tantos años estudiando, buscando, aprendiendo, y en mis libretas hay miles de preguntas, y apenas unas cuantas respuestas.

Lo que daba por sentado se tambalea. Aquello en lo que un día creí ciegamente, ahora parece carecer de cimientos que respalden sus ideas. La bruma de la duda es tan densa, que no alcanzo a ver un horizonte antes nítido, que ahora se tiñe de negro por la incertidumbre de la crisis permanente y un mundo en guerra.

¿Soy yo el raro, o somos más los que creemos que no comprendemos nada de la deriva de esta vida, a veces tan cruel y otras tan bella?

Hace unas semanas un hombre murió junto a una acera. Se cayó en la calle y se golpeó la cabeza. El compañero y yo hicimos guardia junto a su cuerpo hasta que llegó la forense con la funeraria. El hombre murió junto a unos contenedores. Su cuerpo, cubierto con una sábana, estaba tendido sobre una mancha de vino que brotaba del contenedor de vidrio. La gente pasaba a su lado caminando, preguntando quién era. Algunas mujeres tiraron botellas en el contenedor, solamente para ver si podían ver algo más de cerca. El hombre, con noventa y dos años, murió yendo al zapatero. Cuando fuimos a darle la noticia a la hija, su mundo se derrumbó en un momento. Su padre se fue sin decirle adiós. Lo hizo con un simple "Voy al zapatero. Luego vuelvo". Cayó en la acera, se golpeó en la cabeza, y al instante siguiente estaba muerto. Ella no lo vio sobre una mancha de vino, tapado con una sábana junto a la acera, apenas a unos metros del zapatero al que se dirigía para dejar un arreglo. Nos encargamos de que no tuviese esa última imagen de su padre, pero yo sí la tengo.

La vida acaba igual que comienza. En un momento. Hoy estás vivo, mañana te encuentras lejos. No hay avisos, no hay alarmas de colisión. Todo es aleatorio (o no). Todo es impredecible (o está escrito hace tiempo). Todo es caos (o se rige por un orden que todavía desconocemos).

Fuego. Tierra. Agua. Aire. Siempre se han dicho que esos eran los elementos. Yo disiento.

Sueños. Para vivir por algo.

Constancia. Para no cejar en lograrlos.

Alma. Para acumular conocimientos.

Espíritu. Que nos impulse a movernos.

Amor. Porque sin él nada tenemos.

Por amor he hecho las locuras más grandes. Por él guardo secretos y por él, espero seguir viviendo. El amor en todas sus acepciones, es la base del Universo. El amor surgió en el mismo momento que el Espacio y el Tiempo, por eso está entrelazado con ambos de un modo íntimo y estrecho.

"Te quiero". Te mentirán mil veces diciendo eso. Pero una de ellas será Verdad. Alguien te lo dirá sonriendo, sin darle importancia, y sentirás que es cierto. Que esa persona te quiere porque le haces bien de un modo que ni siquiera tú comprendes. Te lo dirá porque le alegras el día, o porque ahora que estás lejos, se ha dado cuenta de cuánto te echa de menos.

Si algo aprendí, eso sí, es que no se puede luchar contra la marea, por eso de un tiempo a esta parte, me limito a remar sobre ella.

Lo hago a hombros de un recién nacido que apenas camina erguido sobre sus piernas. Lo hago escribiendo todo lo que puedo, pues algún día, puede que esa sea mi única herencia. Lo hago sobre el conocimiento de una vida llena de errores en los que me tocó asumir las consecuencias. Remo aprovechando la corriente según venga. Aprendiendo a manejarme sobre las olas que surgen zarandeando mis convicciones e ideas.

Tan importante como nutrirse de conocimientos, es adiestrar nuestro instinto de supervivencia para adaptarnos a lo que venga. Puede que en unos años ciertas cosas que ahora damos por sentadas, sean privilegios de una élite selecta. En unas décadas, la siguiente "Revolución Robótica", será plena. "No habrá trabajo para todos", dicen los expertos. Solamente los mejor preparados encontrarán un nicho laboral adecuado. El resto, no serán sino mano de obra barata, que servirá para reponer piezas de los robots averiados. Es un hecho que esto suceda.

Las libertades a su vez van en retroceso, y al mismo tiempo, la censura aumenta. Lo que hace diez años era normal, ahora es una aberración que hace que unos cuantos yuppies se tiren de los pelos de la cabeza. Pero son los mismos yuppies de Silicon Valley, ese lugar donde cinco empresas (5) manejan el pensamiento, y dirigen la información que recibe el 85% del planeta. Jamás la información global ha estado tan centralizada en una zona y una ideología tan concreta.

"¿Disientes? Estás fuera." Y se te elimina, señala con el dedo, o se te bloquea.

Lo que antes era pensar libremente, ahora es callar por temor a las consecuencias.

Dos cosas te llevarás de aquí cuando en tu vida anochezca. Los lugares que conozcas, y las personas que de verdad te interesan.

Sé incorrecta, pero respeta. No te metas en la vida de los demás, pero tampoco dejes que te digan qué sentir, cómo hablar o qué color te representa. El conocimiento, es tu mejor defensa, y "Jódete", la mejor respuesta para las mentes obtusas que no aceptan otras ideas.

No te dejes arrastrar por la marea de las modas ideológicas pasajeras. Céntrate en lo importante de la vida. En lo puto importante, como te diría en persona si te conociera.

Lo que de verdad vale, no sale en las noticias. Lo que cuenta, se oculta por una sencilla razón. No tiene que ver con política, realeza, crisis financiera, ni tampoco con la guerra.

Lo importante es lo que no se compra, ni se toca, ni se etiqueta. Lo que importa no se mide con likes, ni con shares, ni lo ves en un feed... y no sé qué más mierdas.

Lo que importa es que por las noches sueñas con tu abuela, esa que hace años se marchó, y te despiertas emocionado al sentirla junto a tu cama, pues ha venido a darte un beso y susurrarte que está bien, y que no te preocupes por ella.

Lo importante, es comprender que estamos lejos de saber todas las respuestas. Que el universo es inmenso, que en la vía Láctea hay doscientos mil millones (200.000.000.000) de estrellas, y orbitando la más cercana a nuestro sol (Próxima Centauri), ya se ha descubierto un planeta similar a la Tierra.

-Imagínate lo que puede haber en el resto de la galaxia, y fuera de ella-

Lo importante, es darnos cuenta de que somos un niño que apenas gatea. Estamos lejos de comprender cómo funciona el Universo, y al igual que cualquier niño, somos egocéntricos, y pensamos que sabemos todo, y nos enfadamos si no comulgan con nuestros deseos e ideas. Pero la humanidad es eso, un niño que no sabe apenas sumar ni restar, pero ha encontrado en el cajón del recibidor una escopeta.

Al igual que tú, para esos que de verdad gobiernan el planeta, soy tan insignificante como un ser humano cualquiera. No somos más que hámsteres que giran en una rueda que alimenta el sistema. Ninguno comprende cómo funciona, pero seguimos corriendo por inercia.

"¿Me ayudas?" Sí somos suficientes, podríamos darle a todo esto la vuelta.

"Es imposible". No lo es. Quítales el poder. Escupe en la mano de quien quiere comprarte con pagas, calderilla y eslóganes de mierda.

Rebélate desde dentro, porque en tu interior está tu fuerza.

Podrán cercenar tu libertad, pero a tu alma no se le pueden poner cadenas.

Por eso viaja, siente, sé valiente y quiere aquello que merezca la pena. Ama sin miedo incluso a quien no debas. Sé sincera y fuerte para aguantar lo que venga. Tus ideas cambiarán a lo largo de tu vida. Tu modo de ver las cosas también, y te tocará adaptarte a lo que venga, o luchar porque no cambien las cosas.

Te tocará elegir entre la paz de una vida sumisa, o el desasosiego de una lucha constantes en pos de aquello que crees digno de que prevalezca. Elige, y no pierdas por el camino los buenos momentos que vengan. Recuerda ese hombre que yace cubierto por una sábana junto a la acera.

La vida no avisa de su fin, por eso, cada pizca de amor y libertad, siempre merecen la pena.

Pero como te he dicho antes, no me hagas caso.

Al fin y al cabo, no soy quién para dar consejos, pues de la vida...

No tengo ni puta idea.
 
 
 

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