Amor. Infinito Amor.

El Amor

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Es algo que lleva millones de años sucediendo. Es la base de la sociedad, y por más que esté a la vista de todos, lo tratamos como si fuera un secreto.

Es un tabú, y a la vez un complemento. Es lo que mueve el mundo, aunque lo hace en silencio. Es la causa de millones de lágrimas, y la de miles y miles de besos que se están dando en este momento. Es el dolor más profundo cuando nos traiciona, y nuestra mayor alegría cuando nos dice “sí quiero”.

Es aquello por lo que las puestas de sol cobran sentido. Es lo que nos impulsa a cruzar un país por compartir apenas un instante a su lado. Es el rayo de luz que se abre paso entre las nubes negras del cielo. Es el calor que llena nuestro pecho tras años de frío intenso. Es la fotografía de una mujer en blanco y negro, en el bolsillo de la guerrera de un soldado muerto. Es el motivo para cruzar las fronteras que alguien dibujó sobre un desierto. Es echarte de menos y llorar junto a una hoguera mirando el cielo. Es el motivo por el que morimos y nacemos. Es nuestro último consuelo y la verdadera razón para poner en todo aquello que hacemos, nuestros más puros sentimientos…

Sabes de qué te hablo, ¿cierto?

Lo sabes, porque es algo común a cada uno de nosotros. Puede que haga años que no lo reconozcas. Puede que en tu vida lo eches de menos, o que, en secreto, sea lo que sientas por una persona que se fue dejando tras de sí, un pasado envuelto en cenizas y fuego.

El día 14 es el día para celebrarlo. Yo, sinceramente, creo que se celebra a cada momento. En un mundo al borde del colapso social, en un mundo roto por una distopía que hace crujir las bases de todo aquello que conocemos, es lo único verdadero que tenemos.

Son nuestros hijos, o nuestras madres. Son las personas a las que valoramos y respetamos. Son las verdaderas razones para luchar por un mundo mejor y un futuro próspero, lleno de colores vivos, en lugar de negro.

Eso, de lo que estamos hablando, y cuyo nombre todavía no he querido pronunciar por respeto, contiene en cuatro letras el secreto más antiguo del Universo, pues todo lo que vemos, sucede por ello.

Hace millones de años, el primero que pintó en las paredes de una cueva, lo hizo motivado por ello. El primero que cruzó un océano en busca de nuevas tierras, se aventuró buscando gloria y riquezas, pero movido por una fuerza superior que no era sino eso. El primer soldado que desembarcó en la playa de Omaha el 6 de junio de 1944, aun muerto de miedo, lo llevaba en su corazón. Neil Armstrong bajando del módulo lunar. Michael Jordan saltando desde la línea de tiros libres para machacar. Madame Curie investigando en su laboratorio. Carl Sagan divulgando sus conocimientos sobre el universo. Félix Rodríguez de la Fuente, subiéndose a aquella avioneta en su último vuelo. Giordano Bruno negándose a confesar algo en lo que jamás creyó, llorando al contemplar el fuego. Juana de Arco y su pasión por Dios. Amelia Earhart desapareciendo sin dejar rastro… y así tantas y tantas historias que todavía se recuerdan o ya han caído en el olvido. Historias de valentía y de atrevimiento. Historias llenas de fuerza y sentimiento, y por encima de todo, llenas de eso de lo que te hablo.

Amor.

“El Amor salvará el mundo”

Esa frase debería estar escrita en los patios de recreo de cualquier colegio. Amor bien entendido. Amor sincero. El amor que se siente por alguien a quien se tiene respeto. El amor incontrolable que nos provoca nuestro primer Amor, ese que jamás olvidaremos. El Amor que hay en la mirada de esos que no se atreven a dar rienda suelta a sus sentimientos. Amor en el sexo fugaz de una noche. Amor en las historias que por siempre quedarán entre dos, convertidas en secreto. Amor por nuestros seres queridos, por nuestro perro. Amor por cada puesta de sol y por abrazarnos cada noche a alguien a quien queremos.

Amor, por la persona que nos falta y seguimos sintiendo a nuestro lado a cada momento.

El Amor, es algo que deberíamos ver en cada calle, en cada esquina, en cada conversación y cada gesto, y sin embargo, es un artículo de lujo. El Amor está en peligro de extinción. Con cada crónica negra de sucesos, con cara desastre natural, o con cada guerra, el Amor pierde una pizca de vida, sin remedio.

Es nuestra labor salvarlo. Es nuestra responsabilidad regenerarlo y que se note su presencia. Amor, es cuidar del entorno, y pensar en el bien común antes que en el nuestro. Amor, es donar sangre y recoger la botella de plástico que vemos tirada en el suelo. Amor, es proteger al débil del que abusa y plantarle cara a aquel que causa el mal ajeno. Amor es ser valiente para no tener miedo. Amor es anteponer la Verdad y el Sentido Común, a todo aquello que nos quieren inculcar a sabiendas de que no es cierto.

Porque el verdadero amor solo lo conocen los valientes.

Amar, es abrir la coraza y mostrarle a la otra persona nuestro pecho. “Esto era mío. Ahora es tuyo también, porque te quiero.” Los cobardes no se atreven a querer. Los débiles tienen miedo a perder, y los que no se conocen a sí mismos, son incapaces de amar a alguien, pues no saben qué querer.

Amar es lanzarse al vacío sin nada que perder. Amar es perder, sufrir, destruirse y aprender. Amar, al menos una vez en la vida, es la experiencia que toda persona debería tener.

Amar, es comprender que nuestro tiempo es finito, y que antes o después, todas las personas que amamos, y nosotros mismos, vamos a dejar este lugar. Más tarde o más temprano nos iremos, y como todavía no hay certeza alguna de que tras esta vida, haya otra también, debemos hacer que cada momento cuente.

El próximo 14 de febrero, cuando abraces a la persona que amas, mírala a los ojos y díselo. Díselo de verdad, sabiendo que no siempre lo vas a tener. Dile gracias. Dile te quiero. Dile lo que quieras decirle hace tiempo. Díselo con el corazón, y con un beso también. Ese, es el mejor regalo que le harás. Hacerle saber que cada instante a su lado, es un instante bien aprovechado. Dile que quieres compartir tu tiempo con ella, o con él. Dile que te alegra el día verla. Dile que te da paz, o que cada vez que roza tu mano dejando el café sobre la mesa, te eriza la piel. Sea lo que sea, díselo de una vez. Hazlo sin pensar. Hazlo, porque lo quieres hacer.

Y quizás, solo quizás, cuando te vayas, dejando atrás una vida valiente llena de momentos sinceros, los que te recuerden sonrían al pensar en que viviste a tu manera, queriendo sin miedo. Haciendo las cosas porque te nacía del corazón hacerlas, sin importar lo que pensaran el resto. Y tú, que ya estarás lejos, sentirás su cariño aun sin estar con ellos.

Lo harás, porque el Verdadero Amor, no tiene por barrera ni la Muerte, ni el Tiempo.

Por eso te seguirán queriendo.

Porque el Amor es Eterno.

Amor. Infinito Amor.